Primera Sentencia  fraude Volkswagen dictada en Alemania, el resultado es desfavorable para el afectado, pero nos sirve para conocer que camino no hay que seguir.

No cabe la restitución de un vehículo afectado al concesionario, ni exigir la devolución del precio de compra

Así lo ha resuelto el Tribunal Regional (LG) Bochum, estado alemán de Renania del Norte-Westfalia en el primer proceso que se celebra en Alemania a raíz del estallido del escándalo de Volkswagen.

Los clientes no tienen derecho de devolución de sus coches, la manipulación de las emisiones no es un «fallo grave»

El juez Ingo Streek, indicó que es evidente que hay un «fallo» en los coches trucados, pero añadió que no se trata de una cuestión «grave» en «sentido legal» porque puede ser subsanada con un esfuerzo «relativamente pequeño».

El demandante, propietario de un Volkswagen Tiguan comprado en 2015, demandó al Concesionario de Bochum y solicitó la resolución del contrato por vicios ocultos, exigiendo devolver el vehículo y el reintegro de los 38.000 euros que abonó.

La Sentencia aún no es firme, por lo que aún no se ha hecho público su texto integro, si bien según el comunicado de prensa de la Corte: «La acción en la disputa por el regreso del  coche de VW equipado con el llamado» software tramposo » ha sido desestimada».

Al parecer, la sentencia sostiene que el concesionario no actuó de forma dolosa y no se le puede achacar la actuación del fabricante al concesionario.

Además según la Sentencia la falta que carece de la relevancia que se necesita para una rescisión del contrato. Según Volkswagen la reparación de ese modelo cuesta muy poco, alrededor de unos 100 EUR y se puede solucionar en media hora, resultando que el coste de la reparación es inferior al 1% del precio de compra del automóvil.

Se indica además que  la devolución de un bien a su productor sólo procede en caso de fallo grave, por lo que el tribunal no considera adecuado en este caso aplicar la solución más gravosa, que sería la resolución del contrato.

Los demandantes, por su parte, argumentaron que los daños para su cliente son mucho mayores -ya que el vehículo, pese a ser relativamente nuevo, es invendible- y teme un menor rendimiento o un mayor consumo del coche a raíz de la reparación.